BROTHERHOOD


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 Brotherhood.   

 ¿Tenés novia/o? ¿Cuándo se casan? ¿Para cuándo el bebé?

Estás preguntas son solo algunas de las que casi todo ser humano enfrenta a lo largo de su existencia.

En teoría son etapas que deberíamos atravesar en una vida entendida como normal

 Sin embargo, jamás escuché una consulta referida  a un acontecimiento que inevitablemente se deberá enfrentar si  es que las leyes de la naturaleza no se invierten y uno sobrevive a sus padres.

¿Ya tuviste que cuidar a tus viejos? 

Ese momento tan complejo y que casi nadie advierte en su futuro, suele poner a prueba el temple de quién sorprendido debe cuidar a quién en el pasado supo acunarlo.

Pero a los niños, por extraños que sean sus comportamientos se los comprende : todos fuimos infantes.  Sin embargo, cuando se debe lidiar con las “extravagancias” de un adulto mayor la cosa cambia: todavía no atravesamos ese territorio en carne propia y por esa razón, el camino de su cuidado está lleno de incomprensiones y sorpresas poco gratas.

Brotherhood (en español: fraternidad), tiene en cuenta también otro importante factor: las disputas que se producen cuando son varios los hijos que  deben hacerse cargo del cuidado de los queridos  viejos.

La obra expone muchas de las virtudes y las miserias que se sucitan en esta situación, un abanico de comportamientos que nublan el tránsito en el último trayecto de esta familia de la ficción, que bien puede ser cualquiera de las nuestras.

Para escenificarla, la autora y directora Anahí Ribero se vasta de  siete excelentes actores y actrices,  algunas sillas, y una potente proyección de video: nada más, ni nada menos.



Los protagonistas hacen un trabajo tan notable como difícil: el contrapunto es constante y a un ritmo que exige mucho oficio y talento.

Brotherhood es ágil, dinámica y un éxito que cuenta con una larga y merecida trayectoria.  Esencialmente es una comedia que dado el tema se permite pasajes dramáticos y otros de mucha sensibilidad, una obra super recomendable que nos obliga a reflexionar sobre esta difícil etapa que en lo personal estoy atravesando entre algunos aplausos, como los muchos que Brotherhood merece y algunos abucheos que a diferencia de esta puesta, me prodigo solito más de una vez.

Dibujo y reseña: Marcelo Valerga (@teatrodibujado )


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