NECOCHEA
Obra: NECOCHEA (@necochea.obra )
NO HAY PEOR SORDO
A pesar de que ni el "Chirlo" es un pájaro ni el "Sopapo" un reptil, les sucede lo que a muchas especies de nuestro planeta: corren riesgo de extinción.
La mayoría de quienes superamos los cincuenta abriles y en especial los varones, prescindimos de Temaiken para conocerlos de cerca.
El castigo físico, siempre en dosis "controladas", no era tan mal visto en tiempos en los que los niños contaban sus derechos con tres dedos de una mano.
Pero el cambio es una condición ineludible del mundo, y en la actualidad, así como a través de la historia, padres y madres se han esforzado para no repetir lo que entienden como un error cometido por la generación precedente.
— Que mis hijos no pasen lo que yo pasé — suelen sostener mientras intentan erradicar esas prácticas con resultados dispares.
En el caso de la familia de quién escribe, el "correctivo" se utilizaba a menudo para detenernos e impartir justicia cuando con mis hermanos nos golpeábamos (y con dureza), ya sea jugando o no.
Compartí pareceres con amigos de mi generación, y la respuesta unánime fue que estas "zamarreadas" no dejaron traumas psicológicos detectables, lo cual no absuelve a nuestros padres de culpas y cargos por acciones que pudiendo ser vistas como inofensivas podrían haber resultado más dañinas.
Para mis coetáneos, la mayoría de los reclamos están vinculados con problemas de comunicación, o puntualmente, a la falta de escucha de nuestros progenitores, lo que en situaciones críticas puede acarrear consecuencias importantes, tal como sucede en el unipersonal Necochea de Cecilia Mosca.
Con voz autorreferencial, la obra se centra sobre su niñez y los innumerables veranos que pasó en esa ciudad balnearia, gracias a que su padre era propietario de cines y teatros de la costa atlántica.
Por esta razón, en esta hermosa obra no falta la arena, ni el agua, ni las anécdotas con famosos, como sí escasean el traje de baño para una Ceci con problemas de autoestima, y la escucha que imploraba a sus padres ante un hecho inquietante.
Describiría a Necochea como un "Biodrama arenoso”, aunque afortunadamente son la comedia y la música los que predominan durante gran parte de la obra.
Además de ser muy graciosa, Cecilia canta maravillosamente y en un inglés tan impecable como propio de quienes como ella asistieron a alguno de los tantos colegios bilingües que se emplazan en la zona norte del Gran Buenos Aires.
Pero esta actriz que supo codearse con las noblezas de San Isidro y Necochea, rompe con cierto prejuicio de clase para convertirse en una artista independiente y muy buena.
Con la acertada dirección y dramaturgia de Alice Penn, Mosca nos traslada a unos idealizados años 80, aunque en su caso particular hayan sido pródigos en vientos en contra, esos habitantes implacables que a diario asolan el balneario de Necochea.
La obra tiene una austera y contundente escenografía que preanuncia la gran calidad del espectáculo: cuando talento sobra, con un sillón y una sombrilla alcanza y sobra.
Cecilia elige el humor como traductor de sus emociones y así logra que la platea se mantenga en estado de júbilo constante.
Por esta razón y con mucho entusiasmo te sugiero que te pongas la malla, un buen par de ojotas, y te salpiques de Necochea, que además de su incómodo viento, nos trae a esta Mosca nada molesta.
No lo dudes: Ingresá en el link para adquirir tu entrada y coroná tu fin de semana con algo mucho más sustancioso que un par de risas vacías.
FIN
Dibujo y reseña: Marcelo Valerga: @teatrodibujado
Edición: Sonia Novello @sonia_novello “actriz, dramaturga"
Idea Original:Cecilia Fernandez Mosca (@ceciliamosca71 )
Actúa y canta :Cecilia Fernandez Mosca
Producción: Cecilia Fernandez Mosca
Puesta en escena: Alice Penn
Diseño de luces: Alice Penn y Patricio Schwartz (@schwartspatricio )
Operación Luces: Veronica Pereira(@veroniquenelespacio)
Dirección y dramaturgia : Alice Penn (@alicepennteatro )
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